Nueva rotonda en la carretera de El Saler El Palmar

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Una nueva vuelta de tuerca a los valencianos para impedir que disfruten del espacio natural de El Saler y de las maravillosas playas de El Saler, Perelló y Perellonet y de paso estrangular a todos los hosteleros y empresas de la zona ya que son votantes mayoritarios de partidos de derechas.
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5/11/2018 - La Consejería de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio y el Ayuntamiento de Valencia han acordado iniciar la construcción de una nueva rotonda -una más- en la intersección de la CV-500 con la carretera de acceso a El Palmar. Es decir, el PSOE de Valencia y Compromís, siguiendo su hoja de ruta de putear a los ciudadanos del sur de valencia, votantes mayoritarios del Partido Popular, van a estrangular un poquito más el único acceso a Valencia que tienen los ciudadanos de El Palmar, Perellonet y Perelló.
Compromís y PSOE alegan que esta nueva rotonda se construye en el cruce de El Palmar con la CV-500 por motivos de seguridad vial y regulación del tráfico.

Los ciudadanos deben saber que las rotondas solo tienen la finalidad de ralentizar, regular y dosificar el tráfico. Solo eso.
Desde hace unos 30 años la izquierda valenciana junto con ecologistas y demás mierdas tienen una obcecación enfermiza por putear a todos los "pijos fachas" que gozan de apartamentos veraniegos en la zona sur de Valencia. Todos estos grupos "zurdosos" consiguieron que el PP con mayoría absoluta en Valencia fuera cediendo en sus pretensiones.
El PP construyó dos rotondas, una en el cruce con la carretera de Alfafar y la otra en el cruce de la urbanización Les Gavines. Ese fue el inicio del colapso del tráfico en la carretera de El Saler. Posteriormente el PP fue rebajando la velocidad de la carretera, aumentando las líneas continuas y obstaculizando el tráfico para contentar a todos los grupos de izquierda.
No hay que olvidar que el PP ha sido el mayor colaborador de los partidos nacionalistas y de izquierdas en contra de los intereses de los valencianos. Sí, ese PP que cambió todas las calles de Valencia al valenciano, ese PP que fue oprimiendo el español en los colegios y en las instituciones, ese PP que otorgó millonadas de subvenciones a Consum y Mercadona para que fueran rotulando en Valenciano, ese PP que alimentó a los nacionalistas catalanistas en la Comunidad Valenciana.
Nunca en toda la historia de España ha habido un partido que haya traicionado tanto a sus votantes como el Partido Popular. Y mientras todo esto ocurría, sus votantes como perfectos borregos seguían pastando sin enterarse de nada. Y aquí estamos, con unos radicales gobernando Valencia y con todo el camino allanado por el PP para que estos malvados estén encumbrando su proyecto contra el sur de Valencia: ahogar a los restaurantes y la hostelería, prohibir adelantar en toda la CV-500, limitar el tráfico a 60 km y 50 km en los 30 km de carretera, atascar el tráfico con rotondas, prohibir los deportes de vela ligera y surf en sus playas, etc.
Lo siguiente será poner semáforos y pasos cebra, Y quién sabe si algún paso borregos.
Hubo un día no muy lejano que El Saler fue para uso y disfrute de los valencianos, hoy en día es un espacio exclusivo para los patos y para cuatro hijo putas, pero tranquilo que por muy aberrante que sea una decisión política siempre habrá un puñado de gilipollas que lo aplaudan.
Así lo pienso y así lo digo. - Juan Vte. Santacreu
Sobre Valencia:
Valencia ha pasado de tener carril bici a carril coche ― Es difícil de imaginar, pero Valencia, con el beneplácito del PP, ha reconvertido todas las avenidas en carril coche donde es imposible parar para descargar. No es una exageración, Hay antiguas avenidas que, si tiene que parar un taxi, al existir un solo carril, toda la circulación se paraliza, ahora imagina qué pasa cuando para una ambulancia o los bomberos.
1906 - ¿Por qué deberías visitar Valencia? Porque Valencia no se visita… se vive. Aquí no vienes solo a ver monumentos, comer Paella o a hacer fotos.
♦ Unas notas más:
Las rotondas, presentadas como una solución para agilizar el tráfico, son en realidad herramientas de regulación, dosificación y, en muchos casos, estrangulamiento de la circulación. En Valencia, su proliferación, junto con restricciones impulsadas por PP, PSOE y Compromís, ha generado cuellos de botella en lugar de fluidez. Diseñadas para priorizar la seguridad y reducir accidentes, las rotondas pueden saturarse en horas punta, especialmente cuando se combinan con carriles bici y zonas peatonales que limitan el espacio para vehículos.
La falta de sincronización en los accesos, señales confusas y la reducción de carriles en favor de otros usos dificultan la movilidad, frustrando a conductores que perciben estas estructuras como obstáculos intencionados. Además, la planificación urbanística no siempre considera el volumen real de tráfico, convirtiendo las rotondas en puntos de congestión que ralentizan los desplazamientos. Aunque buscan orden, siempre generan caos, alejándose de su propósito original de facilitar una circulación amable.